Historia del monumento

Edificado entre los siglos XVI y XVII para las partes aún visibles, el castillo de Oiron se consagró desde sus orígenes al arte y a la cultura.


   

Propiedad durante casi dos siglos de la familia Gouffier, fue uno de sus más célebres representantes, Claude, gran escudero de Francisco I y de Enrique II, quien mandó realizar poco antes de 1550 la galería pintada, un extraordinario ejemplo del estilo de la Escuela de Fontainebleau. Esta galería de 55 metros de largo, una de las más grandes de Francia, ilustra a la perfección el texto antiguo de la historia de Troya.

Compuesta por 14 escenas, al parecer realizadas en un taller italiano de la región Emilia ─como evidencia un esbozo adquirido por el Museo del Louvre en abril de 2008─, representa el espíritu de la creación que reinaba en Oiron durante el Renacimiento.

Humanista, gran conocedor del arte de su época, Claude Gouffier parece que albergaba también en su colección cuadros tan importantes como el San Juan Bautista de Rafael o el retrato del rey Juan El Bueno, ambos conservados actualmente en el Louvre.

Su nieto Luis manda edificar entre 1620 y 1642 el pabellón del Rey, así como  reconstruir el cuerpo de la residencia y realizar diferentes techos y decoraciones pintadas. El duque de La Feuillade, esposo de Charlotte Gouffier, ordena entre 1669 y 1683 las obras del pabellón de los Trofeos e incluye la capilla y la escalera renacentista en el cuerpo de la residencia. En 1700, la señora de Montespan compra el castillo en nombre de su hijo, el duque de Antin. Comparte su vida entre su propiedad de Oiron y sus curas en Bourbon-l’Archambault, donde fallece en 1707. Tras un lento abandono ─los propietarios se suceden del siglo XVIII al XX con intereses bien distintos o simplemente sin finanzas para mantenerlo─ el castillo es declarado monumento histórico en 1923.
Ya en 1840 Prosper Mérimée, inspector general de monumentos históricos, advierte sobre el mal estado de los frescos de la galería renacentista y la necesidad de conservar este conjunto excepcional.

Las primeras operaciones de conservación (o de rescate) se inician en los años 50 y la consolidación de las decoraciones pintadas en los años 70.
El castillo pasa a ser propiedad del Estado en 1941.
En los años 80, paralelamente a la reflexión sobre el futuro del castillo y a la creación de una colección de arte contemporáneo inspirada en la personalidad de Claude Gouffier, se lleva a cabo un auténtico programa de restauración.
Este programa continua hoy con la culminación de una obra ejemplar realizada durante 7 años sobre el ciclo de la Guerra de Troya y de la Eneida de la galería de pintura.

   
La colección Curios & Mirabilia

El Ministerio Francés de la Cultura y de la Comunicación decide en 1989 enriquecer el patrimonio histórico mediante una colección de arte contemporáneo concebida específicamente para el castillo y con la participación de artistas internacionales.
En 1993 se inaugura la primera parte de la colección Curios & Mirabilia. Esta concretiza la mayor experiencia llevada a cabo en Francia de inclusión de una creación contemporánea en un patrimonio antiguo.

En 1996 la colección Curios & Mirabilia se enriquece con nuevas obras y, por primera vez, se puede presentar en su totalidad ; inspirada en las antiguas colecciones que eran los gabinetes de curiosidades, busca recuperar el espíritu de curiosidad del Renacimiento. Esta referencia histórica, tratada libremente por los artistas, establece el vínculo con el monumento y devuelve así el sentimiento de un lugar habitado a la vez que reactiva el recuerdo de las prestigiosas colecciones de Claude Gouffier (siglo XVI).

Curios & Mirabilia se inspira en una nueva relación con el mundo que en el Renacimiento privilegiaba una percepción sensible del conocimiento. Así, el oído, el olfato, el tacto, la vista y, poco después, el gusto son solicitados para transformar la visita de un monumento histórico en experiencia sensorial. Las fragancias del muro de cera de Wolfgang Laib, las sonoridades de la música de Gavin Bryars, los sillones de John Armleder que invitan al visitante a relajarse, los juegos visuales como el del pasillo de las ilusiones (Félice Varini) y todas las creaciones realizadas para este castillo participan en la creación de un itinerario lleno de sorpresas y de maravillas.

Una de las originalidades de Curios & Mirabilia reside en la voluntad de concebir el castillo con una función social integrándolo en su entorno humano.

Así, gracias a una galería de retratos de los niños de la escuela de Oiron (Christian Boltanski) o a la cena anual imaginada por Raoul Marek para 150 ciudadanos de Oiron, representados en una comida, la población del municipio participa en la obra como sujeto y testigo de la creación.

El diálogo con la historia se expresa con más fuerza en las salas que han preservado mejor el recuerdo de su función histórica.  
Daniel Spoerri, en la sala del rey, donde se afirman fuerza y poder, responde irónicamente a los príncipes del siglo XVII con su serie «Corps en morceaux», que reintroduce cotidianidad y banalidad como nuevo elemento de lo asombroso.

En la cámara del rey (los apartamentos de honor de Louis Gouffier, siglo XVII), lugar de la presencia simbólica del poder real, restituida al silencio de la historia mediante la monocromía de las pinturas de Claude Rutault. En la galería de los caballos, Georg Ettl despierta la iconografía antigua y la Historia.

Actualmente, esta colección del castillo de Oiron permite abrirse al público con una lógica de autenticidad que otros lugares históricos han abandonado. En el siglo XVI, Claude Gouffier reúne en él sus colecciones, hecho que se explica por su personalidad y el carácter privado del castillo.

Desde entonces, abiertas al público, las salas del castillo no solo se han utilizado para presentar obras, sino que han sido reamuebladas, rehabitadas y actualizadas con una mirada muy actual. Además, la lógica de la colección que une las obras aumenta la sensación de pertenencia al lugar.

El tema de Oiron es el de la creación en su relación con la historia, la arquitectura y la decoración antigua.

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